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Lo mejor de ser madre, son mis hijas.

Aunque suene tan lógico, no siempre lo es. Ayer dando un diplomado, les hago la pregunta, ¿para ti qué significa el día de las madres?, yo estaba realmente conmovida, escuché el dolor de una de ellas el haber sido huérfana desde los 5 años y recordar lo que un festival de la escuela significaba para ella, otra había perdido a su mamá apenas hace un año, otra nos platicó de su dolor por tener un hijo lejos de ella, otras que el día les encanta porque sus hijos hacen algo especial para ellas, en fin, respuestas definidas por cómo han vivido el día durante su vida.


En el silencio, pienso, ¿cómo puedo yo hacer para que este día se vuelva especial para mi? Y me fue difícil mientras pensaba en lo que yo espero del día, en pensar que quizás a mis hijas no se les va a ocurrir hacer algo especial, que ni dinero tienen y que dependen de la iniciativa del papá y, para ser honestos, el marido está acostumbrado a que yo le diga qué quiero, porque así siempre me ha gustado, por lo que no dejo mucho espacio para las sorpresas. Por otro lado, yo prefiero no salir a comer o cenar porque va a estar lleno de gente, además si yo quiero algo siempre termino cediendo porque hay que pensar que si el lugar tiene juegos, que si hay comida que la hija grande quiere, o incluso el papá, o lo que mi mamá quiera, que no decide porque se sujeta a darle gusto a mi papá, etc. Además sí voy a tener trabajo y mi suegra ya tiene plan con nosotros y luego ir a ver a mi mamá, entonces, pues el día realmente no es lo que yo quiero.


Pero después de hacerme la víctima por ser el “día de las madres, el que menos piensa en las madres”, escuché a mis hijas discutir sobre si Zac Effron es guapo o no, y Majo me grita: “Mamá ven a decirle a mi hermana que Zac Effron sí es guapo”. Una tontería, de la cual me dejan participar mis hijas, en donde piensan que mi opinión es importante, en donde confían que yo tengo la verdad. Una tontería que me hizo descubrir que:


No voy a disfrutar el día si estoy tratando de disfrutarlo queriendo dejar de ser madre.


Por eso digo que lo mejor de ser madre, son mis hijas, porque ser madre significa estar al servicio del amor. Estar luchando con mis flojeras, mis malos humores, mis caprichos, mis quejas, mis antojos, levantarme a trabajar todos los días, amar a mi marido, hacer ejercicio,

es decir luchar por ser la mejor versión de mi misma, felizmente, para que ellas encuentren la felicidad porque la ven posible.


Descubro que mis infelicidades aparecen cuando las cosas no salen como esperaba, cuando me aparto de disfrutar mi presente, cuando siento que me arrebatan el tiempo en lugar de estar disponible, cuando siento que me falta tiempo para mi, por no valorar que yo decido estar para ellas y para ellas, cuando me arrepiento y me voy al pasado, olvidando la posibilidad de reparar las cosas en el presente. Es decir, cuando quiero que la vida gire a mi alrededor y lo cierto es que en esta vida he sido más feliz, cuando no soy yo la que está en el centro.


Deseo de todo corazón que juntas, en esta lucha encontremos la fuerza y el poder de vivir el presente, de disfrutar el ser mamás de nuestros(as) hijas, que nuestros anhelos se realicen siendo madres y que Dios nos dé la sabiduría para ser felices y darles la garantía que en el amor, todo se puede y que si aprenden a amar serán igual de felices que nosotras.


Ana Tamara Robles Pliego.

Mamá te amo profundamente. Gracias por sembrar en mi el verdadero sentido de la vida. Un objetivo por el que luchar y el terreno para trabajar por él. Siempre montada sobre tus hombros para ver mejor el panorama, has trazado un camino del que estoy convencida.


Agradecida por tu confianza en mi uno de tus sueños, estoy comprometida a seguir con la misión de Willtek y que el mundo entero desee crecer en su capacidad de amar.


Orgullosa de quien eres, de conocer tus luchas y de ver como no te has vencido nunca, que tratas de ser lo mejor para mi, todos los días y que me siento tan orgullosa de mis hermanos porque han tenido una gran madre.


Gracias por desarrollar en mi el anhelo de llegar la cielo y que nuestro amor, se haga más perfecto.



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